
Cuando paseando por las Siete Calles vemos puestos de vendedores ambulantes, tal vez pensemos que es una actividad novedosa que nunca hemos conocido por estos lares. Pero podemos acudir a las bilbainadas y nos daremos cuenta de que, sin embargo, y a pesar de que haya estado aletargada durante muchos decenios, no es una actividad tan extraña a nuestra tradición.
¿Qué nos dicen las bilbainadas?
Las bilbainadas, además de constituir una parte importante de nuestro acerbo cultural y festivo, son también una magnífica fuente de información histórica, ya que, en la mayoría de sus temas, las letras guardan una profunda relación con los usos y costumbres de un Bilbao que hoy prácticamente ha desaparecido y que, por lo tanto, desconocemos. Si no fuera por las bilbainadas, nadie se acordaría hoy de que hubo una peluquería en La Plaza Nueva que se llamaba Carbonell, ni de que en Santurtzi hubo sardineras que venían por toda la orilla a vender sus sardinas «freskue» a Bilbao, ni de que hubo un Puente Colgante muy elegante, ni de tantas y tantas otras cosas que nos cuentan estas canciones en sus letras. Pues bien, una de ellas es que hubo un tiempo en que entre La Plaza de los Santos Juanes, Los Arcos de La Ribera y San Antón se apostaban numerosos revendedores que ofrecían sus productos a la población que por allí transitaba y que, en aquellos tiempos, debía ser bastante más abundante que en la actualidad, aunque todavía hoy se puede ver algún que otro revendedor bajo Los Arcos. Sobre todo los días de lluvia, ofreciendo paraguas a los viandantes despistados que han salido a la calle sin él o a los turistas mal avisados del tiempo predominante en nuestra villa.
Así que, aunque nada tengan que ver los artículos que hoy nos ofrecen con los que ofrecían aquellos bilbainos de entonces, ni aunque tampoco sean los mismos lugares en los que ejercen su actividad, bien podemos decir que desde el África subsahariano han venido a recuperar, inconscientemente, una vieja tradición bilbaina perdida durante algún tiempo. Y es que los tiempos mandan y la necesidad también…
Ahí os dejo la letra de la canción tal y como yo la recuerdo, ya que me ha resultado imposible cerciorarme de la existencia de una «versión oficial». Curiosamente, aunque existen muchas versiones de otras bilbainadas, ésta no la he podido encontrar interpretada por ninguno de los clásicos, así que al final os dejo un enlace a Spotify con la versión que nos ofrece «Clave de Folk».
En la Plaza de los Santos Juanes – Bilbainada
En la Plaza de los Santos Juanes,
de Los Arcos hasta San Antón,
Hay revendedores que nunca han pagado
al Ayuntamiento su contribución.
Hay revendedores que nunca han pagado
al Ayuntamiento su contribución.
Venden plumas, chisqueros, relojes
y otras cosas de mucho valor,.
Gracia ya os haría, si fuerais un día,
solo por ver cambiar y ver descambiar.
Gracia ya os haría, si fuerais un día,
solo por ver cambiar y ver descambiar.
¿Quién me compra? ¿quién me vende?,
¿quién me compra este reloj, que procede de un inglés?.
Y el que toma un chiquito en Somera,
una noche pasa en La Galera,
al cho, al cho, al cho, al chorizo le llaman jamón.
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No he encontrado más enlaces a la bilbainada que éste de Spotify con una versión bastante diferente a la que yo he oído de boca a oreja. Espero que sea asequible para todos su audición.