Polita XL, tienda de moda para tallas grandes de mujer en Bilbao

Moda para mujeres de tallas grandes

Hoy os presentamos a Polita XL, una tienda que se encuentra en Carnicería Vieja.

Polita XL - Moda en tallas grandes de mujer
Polita XL – Carnicería Vieja, 21

Carnicería Vieja es una de las 7 calles con más diversidad de negocios Este fue el principal motivo por el que Ainara eligiese crear aquí su proyecto.

Interior de Polita XL
Prendas de moda en el interior del comercio

Polita XL es una tienda especializada en tallas grandes, desde la 44 a la 70, en ella podremos encontrar la última moda a precios asequibles además de una variedad de colores que, aprovechando la llegada de la primavera, ¡¡ Te encantarán!!

Os esperan a todos en Carnicería Vieja Nº 21

Amplio surtido de modelos
Podemos elegir entre un amplio surtido de modelos
Interior tienda Polita XL
Un ambiente acogedor en el interior de la tienda

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Reflexiones sobre comercio y espacio peatonal en las Siete Calles

Siete Calles Bilbao, espacio peatonal

Este artículo no pretende hacer un estudio categórico y definitivo acerca del impacto que sobre la actividad comercial  del barrio ha tenido la peatonalización del Casco Viejo de Bilbao, sino más bien hacer una serie de reflexiones personales, procurando acercarme lo más posible al sentido común, acerca de este espinoso asunto.

Peatones
Peatones

La peatonalización del Casco Viejo se inicia a principios de los años 70 del pasado siglo con el cierre al tráfico rodado de cinco de las Siete Calles: Somera, Artekale, Tendería, Belostikale y Carnicería Vieja, aunque no sería hasta 1980 cuando se declare oficialmente peatonal todo el conglomerado de calles del Casco Viejo de Bilbao. Sin embargo, el conjunto de medidas disuasorias contra la utilización del vehículo privado, con la  intención de acercarse al barrio, no terminaron entonces, habiéndose llegado en la actualidad a una situación en la que resulta imposible detener el coche legalmente en todo el perímetro transitable del Casco Viejo. Asimismo y por otro lado, las zonas más próximas al recinto comercial en las que podemos aparcar un coche, además de estar relativamente alejadas, ofrecen muy pocas plazas de aparcamiento. Serían la calle Prim, Iturribide, Fika o Solokoetxe del lado de Begoña y el barrio de Miribilla y Bilbao la Vieja, en la otra ribera de la ría. Por supuesto, también disponemos de otra opción como es la de aparcar en el Parking del Arenal, asumiendo, claro está, su coste monetario. En esta tesitura, parece que, en principio, el uso del transporte privado para acercarse al parque comercial de las Siete Calles queda descartado por complejo y difícil. Se hace prácticamente imprescindible el uso del transporte público, al menos para las personas que no viven en el entorno accesible andando.

Nadie puede poner en duda los beneficios que proporciona una ciudad peatonal. Son indudables sus ventajas:

  • Reduce la contaminación, tanto ambiental como sonora
  • Mejora la calidad de vida de los viandantes que pueden, de esta manera, disfrutar más y mejor del espacio urbano
  • Es un aliciente más para el turismo, ya que hace más agradable el paseo por las calles
  • Aumenta la seguridad vial
  • Fortalece las relaciones interpersonales
  • Reduce el estrés de habitantes y trabajadores de la zona
  • Favorece la pérdida de peso de los habitantes al verse obligados a caminar más, con lo que mejora su salud, etc…

No obstante, en la gran mayoría de argumentarios favorables a la peatonalización que, para cada caso particular, se utilizan a modo de justificación de proyectos concretos y exclusivos, a esta lista de loables y saludables efectos positivos, se añade siempre el impacto beneficioso que sobre el pequeño comercio local tienen estas medidas de prohibición del tráfico rodado. Y es aquí donde discrepo.

En primer lugar, soy consciente de que, en muchas ocasiones y en determinados núcleos urbanos, las restricciones al tráfico rodado son necesarias e inevitables. De la misma forma, no dudo de los innumerables beneficios que reporta al bien común de la ciudadanía. De lo que dudo, es de que, como aseveran muchos, estas medidas sean beneficiosas para la vida comercial, siempre y en todo lugar . Y de ejemplo, un botón:

«Una calle sin tráfico, sin ruido, bien comunicada gracias al transporte público es una garantía de éxito para los ciudadanos y el pequeño comercio.»

¿Podría la persona que ha escrito esto certificar la frase para el caso concreto y particular de nuestras Siete Calles? Si trazáramos una linea que reflejara el grado de peatonalización del Casco Viejo a través del tiempo, desde los años 70 a nuestros días, y otra que reflejara, para el mismo periodo de tiempo, el desarrollo comercial del barrio, ambas lineas se irían separando progresivamente. Mientras que la primera iría en sentido ascendente, la segunda, sin duda alguna, sería machaconamente descendente. No parece, por tanto, que una calle sin tráfico, sin ruido sería discutible y bien comunicada por el transporte público, sea garantía de éxito para el pequeño comercio. Es cierto y soy consciente, sin embargo, de que estos datos, por si solos, no establecen una correlación entre ambos fenómenos. No podemos establecer una relación de causa y efecto pero, al menos, sí podemos concluir que la peatonalización no garantiza, allí donde se implanta, ni siquiera, el mantenimiento de la vida comercial previamente existente.

Siete Calles Bilbao, peatonalización
Siete Calles Bilbao, espacio peatonal

Y es que el caso de cada ciudad, cada distrito y cada calle, es distinto, aunque, en mi opinión, existen tres factores fundamentales que determinan, en clave comercial, el éxito o fracaso de un proceso de peatonalización, factores que están íntimamente relacionados con la necesidad, siempre subjetiva, de la utilización del vehículo privado en el proceso de compra y que pienso que han influido decisivamente en el declive comercial de las Siete Calles.

  1. Una primera circunstancia que determina la actividad económica de un centro comercial urbano concreto es, en mi opinión, la proximidad o lejanía que el mismo tiene a la zona más cercana transitable en vehículo privado y el grado de dificultad que tiene el acceso a esta zona. No es lo mismo una calle peatonal rodeada de calles transitables en coche, que otra alejada 15 minutos o más del tráfico rodado. Ya hemos visto la contundente realidad que, a este respecto, presentan las Siete Calles; hay otros ejemplos del mismo Bilbao, que nos sirven para ilustrar la segunda alternativa, y que muy bien pudieran ser la calle Ercilla o la Gran Vía, oasis peatonales en el mismísimo centro de la jungla urbana bilbaina. De cualquier forma, también sería necesario apuntar que, en ellas, aunque con la peatonalización se les ha dotado de una importante pujanza comercial, al mismo tiempo, se ha producido un considerable descenso del pequeño y mediano comercio tradicional, que se ha visto sustituido masivamente por distintas franquicias y firmas comerciales sin raigambre local.
  2. Un segundo elemento, estrechamente vinculado con el anterior, y que resulta insoslayable a la hora de abordar el tema que nos ocupa, es el de la existencia de otros centros comerciales alternativos, ubicados en la periferia metropolitana, con un alto grado de afinidad con la cultura automovilística y que son competencia directa de los centros comerciales urbanos peatonales.
    Hoy en día, todos mantenemos opiniones favorables para con el ecologismo, y el respeto al medio ambiente es incuestionable; sin embargo, el uso habitual del coche particular está cada vez más extendido en nuestra vida cotidiana, por lo que no es de extrañar que también el consumidor opte mayoritariamente por el uso del transporte privado para realizar sus compras, sobre todo las concernientes a productos de uso cotidiano y de fondo de armario. Y como cada vez es más escaso el tiempo de que disponemos para comprar, ya que estamos allí…pues aprovechamos y compramos de todo.
    De todas maneras, siempre me he preguntado que si tenemos en cuenta que el acceso a estos centros comerciales supone generalmente para el consumidor hacer unos recorridos en coche más largos que los necesarios para acceder al centro urbano por los mismos medios, no sé si con el cambio habremos conseguido reducir en algo la contaminación o, simplemente, la hemos trasladado de ubicación. Doctores tiene la Iglesia.
  3. Teniendo en cuenta los dos aspectos comentados anteriormente, no parece que la vida comercial de las Siete Calles se haya beneficiado demasiado de su actual estado peatonal. Descartada como está la afluencia en vehículo particular al conglomerado comercial de las Siete Calles, nos quedaría por analizar si su grado de influencia en el entorno más próximo es suficiente para aprovechar todo su potencial. Es decir, si el conjunto de consumidores que descartan el uso del automóvil para realizar sus compras y para los que resulta relativamente asequible acceder a las Siete Calles, bien andando, o bien a través del transporte público, es suficiente para poder mantener abierto el parque de lonjas existentes actualmente en el barrio. A ojo de buen cubero, me parece que no.
    En el Casco Viejo de Bilbao viven unas 7.500 personas, lo que supone un 2% del total de habitantes de la villa y, aunque es verdad que la zona posee un fuerte atractivo, tanto para el resto de bilbainos como para el público proveniente de la provincia y el turismo, lo cierto es que el número de lonjas comerciales cerradas crece cada día. Y es que mientras el ocio no parece estar reñido con la vida peatonal, la actividad comercial sí, como reconoce el propio ayuntamiento:

    «A pesar esta importante atractividad, su actividad comercial se ha visto especialmente afectada por la crisis económica, con una pérdida entre 2007 y 2015 del 23% de los establecimientos comerciales (5 puntos por encima de la media de Bilbao).
    De forma paralela, el número de establecimientos de hostelería ha crecido en el mismo período un 6%, al contrario de la tendencia de Bilbao, en la que la disminución global fue del 8%.»

    Yo diría que la disminución de la actividad comercial del Casco Viejo, sobre todo en las Siete Calles, es muy anterior a la crisis, pero vaya, aunque sea un poco tarde, parece que el Ayuntamiento por fin se ha percatado de la situación y propone una serie de soluciones. Ojalá sirvan para algo y no sea demasiado tarde.

7 curiosos anuncios publicitarios de otros tiempos

Restaurante El Tejao

Publicidad antigua de negocios de las Siete Calles

Loción para el cabello de venta exclusiva en la Peluquería de Carbonell
Publicidad antigua de loción para el cabello de venta exclusiva en la Peluquería de Carbonell – Año 1880

Un buen ejemplo de publicidad antigua es este curioso anuncio decimonónico en el que podemos constatar la existencia real de aquella famosa peluquería sita en un paraje de Bilbao, con el que no daban los bilbainos, y que regentaba un «ladino francés» al que le tocó la lotería. Por supuesto, me refiero a la Peluquería de Carbonell

El mensaje publicitario no tiene desperdicio:

«Invariablemente devuelve á las Canas su color de juventud; les comunica una vida una nueva crecencia y una hermosura brillante. Su eficacia es segura y perfecta y hace desaparecer pronto el color gris del cabello.  No es un tinte; su propiedad natural e infalible es fortalecer la cabellera»

 

Restaurante El Tejao
Restaurante «El Tejao»,  en la calle Pelota Nº 6 – Año 1931 – La Gaceta del Norte

Resultaría realmente sorprendente encontrarse hoy en día una publicidad como la que hacía el restaurante «El Tejao», de la calle Pelota, en los años 30 del siglo XX. Una publicidad que prometiera una comida rica en calorías, saturada de carbohidratos, proteínas y grasas, sería considerada en la actualidad como absurda y disparatada.  Hoy, por el contrario. proliferan los restaurantes vegetarianos, la cocina de autor y los menús degustación que, en general, engordar, lo que se dice engordar. no engordan. Me lo apunto para reflexionar…

Hotel Inglaterra
Hotel Inglaterra – La Gaceta del Norte

Husmeando en la publicidad antigua, nos encontramos con datos realmente curiosos: Hotel Inglaterra, propietarios alemanes y el gerente Otto, parece que la buena fama de anglosajones y germanos no es algo privativo del momento actual. Resulta bastante chocante que publiciten la propiedad y la gerencia. Nunca había visto cosa igual.

Curiosamente, el «Hotel de Inglaterra» se asentaba en la misma ubicación que el que, al parecer, está previsto abrir próximamente en el antiguo edificio de Laboral Kutxa en El Arenal bilbaino, esquina con Correo. La historia se repite y sería un puntazo que se recuperara el nombre.

Publicidad antigua: Tupinamba - Aretkale, 24 - 1907
La publicidad antigua ya utilizaba los nombres exóticos: Tupinamba – Aretkale, 24 – Año 1907 – La Gaceta del Norte

Parece que, según podemos comprobar en el recorte publicitario, ya a principios del siglo XX se comenzaban a utilizar nombres comerciales exóticos. Y es que, dadas las especialidades del establecimiento en cuestión, todas ellas importadas de ultramar, parece bastante coherente el uso del término Tupinamba en su denominación. ya que se refiere a una tribu amerindia originaria de Brasil.

La marca todavía existe como Cafés Tupinamba y, al parecer, al menos en aquellos tiempos tenían sucursales en muchas ciudades.

Ajenjo y Martínez - Barrenkale. 3
Publicidad antigua de papel de fumar JEAN – Ajenjo y Martínez – Barrenkale. 3 – 1930 – La Gaceta del Norte

Los que ya peinamos canas desde hace tiempo, recordamos muy bien la marca de cigarrillos JEAN. Pues bien, parece que la marca de tabaco tuvo su origen en la fabricación de papel de liar para fumadores. Aunque no he podido encontrar la relación directa entre ambas actividades, parece indudable su vinculación a través de la imagen de marca conseguida con el ajedrezado de su diseño innovador en aquellos tiempos, habiendo recibido un premio en la Exposición Internacional de Barcelona en 1929. En Bilbao, tenía la exclusiva de su venta Ajenjo y Martínez, en Barrenkale, 3.

Mendaza, Melero y Cia. - Portal de Zamudio, 4 - 1922
Mendaza, Melero y Cia. – Portal de Zamudio, 4 – 1922

Con el sugerente título de «Nuevos Comercios» apareció publicado en prensa este mensaje publicitario disfrazado de artículo de prensa. La publicidad antigua ya empleaba subterfugios para meter sus mensajes. Está todo inventado…

«Sigue el comercio bilbaíno dando nuevas pruebas de actividad y expansión.
Un ejemplo de ello es el Almacén de Paños y Novedades al por mayor y menor que los señores Mendaza, Melero y Compañía han establecido en el Portal de Zamudio, número 4, con entrada por la calle de la Ronda.
Esta nueva casa, admirablemente surtida con los más diversos artículos de novedad ha adquirido rápidamente una numerosa y adicta clientela por sus serias transacciones y sus limitados precios.
Nuestras lectoras, buenas administradoras de los intereses del hogar, no deben olvidar la dirección de la Casa de los señores Mendaza, Melero y Compañía.»

Funeraria Hijos de Baro - Somera y Carnicería Vieja
Funeraria Hijos de Baro – Somera y Carnicería Vieja – 1908 – La Gaceta del Norte

Un negocio, el de las funerarias, que hace ya muchos años que no tiene presencia en el Casco Viejo de Bilbao, pero que en los primeros años del siglo XX gozaba de gran popularidad en la zona, y la competencia entre los diferentes despachos del barrio era intensa.

«Coches fúnebres de todas clases. Gran surtido de coronas y hábitos»

Aunque pudiera llevar a engaño, no es que existieran diferentes modelos de coches para el transporte fúnebre, es que, en aquellos tiempos, la categoría o clase de los coches fúnebres se cifraba por el número de caballos que lo arrastraban y estaba además  de moda amortajar a los difuntos con los hábitos de las diferentes órdenes religiosas, según las devociones de cada cual. Tempus fugit…

Vendedores ambulantes en las 7 calles ¿una tradición recuperada?

Vendedores ambulantes en La Cruz
Vendedores ambulantes en La Cruz - Recuerda las bilbainadas
Vendedores ambulantes en las Siete Calles – Recuerda las bilbainadas

Cuando paseando por las Siete Calles vemos puestos de vendedores ambulantes, tal vez pensemos que es una actividad novedosa que nunca hemos conocido por estos lares. Pero podemos acudir a las bilbainadas y nos daremos cuenta de que, sin embargo, y a pesar de que haya estado aletargada durante muchos decenios, no es una actividad tan extraña a nuestra tradición.

¿Qué nos dicen las bilbainadas?

Las bilbainadas, además de constituir una parte importante de nuestro acerbo cultural y festivo, son también una magnífica fuente de información histórica, ya que, en la mayoría de sus temas, las letras guardan una profunda relación con los usos y costumbres de un Bilbao que hoy prácticamente ha desaparecido y que, por lo tanto, desconocemos. Si no fuera por las bilbainadas, nadie se acordaría hoy de que hubo una peluquería en La Plaza Nueva que se llamaba Carbonell, ni de que en Santurtzi hubo sardineras que venían por toda la orilla a vender sus sardinas «freskue» a Bilbao, ni de que hubo un Puente Colgante muy elegante, ni de tantas y tantas otras cosas que nos cuentan estas canciones en sus letras. Pues bien, una de ellas es que hubo un tiempo en que entre La Plaza de los Santos Juanes, Los Arcos de La Ribera y San Antón se apostaban numerosos revendedores que ofrecían sus productos a la población que por allí transitaba y que, en aquellos tiempos, debía ser bastante más abundante que en la actualidad, aunque todavía hoy se puede ver algún que otro revendedor bajo Los Arcos. Sobre todo los días de lluvia, ofreciendo paraguas a los viandantes despistados que han salido a la calle sin él o a los turistas mal avisados del tiempo predominante en nuestra villa.

Así que, aunque nada tengan que ver los artículos que hoy nos ofrecen con los que ofrecían aquellos bilbainos de entonces, ni aunque tampoco sean los mismos lugares en los que ejercen su actividad, bien podemos decir que desde el África subsahariano han venido a recuperar, inconscientemente, una vieja tradición bilbaina perdida durante algún tiempo. Y es que los tiempos mandan y la necesidad también…

Ahí os dejo la letra de la canción tal y como yo la recuerdo, ya que me ha resultado imposible cerciorarme de la existencia de una «versión oficial». Curiosamente, aunque existen muchas versiones de otras bilbainadas, ésta no la he podido encontrar interpretada por ninguno de los clásicos, así que al final os dejo un enlace a Spotify con la versión que nos ofrece «Clave de Folk».

En la Plaza de los Santos Juanes – Bilbainada

En la Plaza de los Santos Juanes,
de Los Arcos hasta San Antón,

Hay revendedores que nunca han pagado
al Ayuntamiento su contribución.
Hay revendedores que nunca han pagado
al Ayuntamiento su contribución.

Venden plumas, chisqueros, relojes
y otras cosas de mucho valor,.

Gracia ya os haría, si fuerais un día,
solo por ver cambiar y ver descambiar.
Gracia ya os haría, si fuerais un día,
solo por ver cambiar y ver descambiar.

¿Quién me compra? ¿quién me vende?,
¿quién me compra este reloj, que procede de un inglés?.

Y el que toma un chiquito en Somera,
una noche pasa en La Galera,
al cho, al cho, al cho, al chorizo le llaman jamón.

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No he encontrado más enlaces a la bilbainada que éste de Spotify con una versión bastante diferente a la que yo he oído de boca a oreja. Espero que sea asequible para todos su audición.

¿Sabes qué comercio se hizo centenario en esta lonja?

Sabas

Oficios antiguos

Son muchos los oficios antiguos y sectores comerciales que han ido desapareciendo como consecuencia de los cambios en las necesidades de los consumidores. Este es el caso del comercio sobre el que hablamos en este artículo. Nacido a finales del siglo XIX, estuvo especializado en pasamanería y botones. Seguramente, muchos de los lectores de estas lineas desconozcan el sentido y significado de la palabra pasamanería, así que lo mejor será buscarla en el diccionario:

Sabas
La foto corresponde a un proyecto que no llegó a materializarse en la lonja. El local, ahora, es un «Todo a Cien» de chinos.

Algunas palabras antiguas

Pasamanería:
«Género de galón o trencilla, cordones, borlas, flecos y  demás adornos de  oro, plata, seda, algodón o lana, que se hace y sirve para guarnecer y adornar los vestidos y otras cosas.»

Y a lo mejor seguimos sin entenderlo muy bien, así que volvemos al diccionario para buscar galón y trencilla. Las otras palabras parecen más comprensibles:

Galón:   «Tejido fuerte y estrecho, a manera de cinta, que sirve para guarnecer vestidos u otras cosas.»

Trencilla:
«Galón trenzado de seda, algodón o lana, que sirve para adornos de pasamanería, bordados y otras muchas cosas.»

Publicidad de Sabas en 1910
Publicidad de Sabas en 1910 – La Gaceta del Norte

En definitiva que, a lo mejor nos vamos haciendo una idea, pero, en general, son artículos que hoy en día tienen una demanda tan restringida que son desconocidos y extraños para la mayoría, y es que son formas de vestir y decorar que hoy, cuando menos, no son de uso generalizado. Incluso pegar un botón, otra de las especialidades del comercio en cuestión, parece hoy una empresa demasiado complicada como para realizarla en casa. Así que, para qué vamos a necesitar una tienda especializada en pasamanería y botones.

Oficios antiguos - Mercería Sabas
Oficos antiguos – Mercería Sabas. Foto – Euskal Museoa

Mercería Sabas

La Mercería de Sabas fue fundada a finales del siglo XIX por el durangués Sabas Esparza, habiendo conseguido ser uno de los comercios más emblemáticos de Las Siete Calles,  y se ha cerrado recientemente, cuando estaban a su cargo Begoña Zalbide e Iratxe Hernández, las últimas representantes de su familia al frente del negocio.

La fachada de la tienda siempre me ha enamorado, así que me alegro de que al menos el antiguo rótulo de la tienda se conserve en el Museo Vasco / Euskal Museoa, donado por Mª Begoña Zalbide y Mª Begoña Ladislao  en este mismo año de 2017 y que haya pasado así a engrosar el patrimonio comercial de Bilbao.